Trigésimo tercer punto: Kuelap, segundo punto de giro

¿Como no estar condicionados por la materia en un mundo material? El desplazamiento enel espacio-tiempo (significado de ´Pacha´) esta caracterizado por sus circunstancias y condiciones... y nuestro pensamiento.

Después de un larguísimo viaje subiendo y bajando montañas por una distancia no muy larga llegué a El Tingo, en la provincia de Amazonas. Por algún motivo durante el viaje me imaginaba lloegando descalzo al sitio, produciendo alguna especie de empatía, algo de razón tenía. Gracias a un arqueólogo de Huánuco Pampa sabía que ahí ´había algo´. Preguntando recibí las instrucciones para llegar a Kuelap, un lugar del que soloconocía su nombre.Ejntusiasmado por la idea te terminar con el último punto de Perú no tuve ningún inconveniente en emprender la empinada cuesta de 3 h0oras que lleva hasta la pequeña población y el sitio arqueológico. Fué inevitable en un pais tan lleno de ruinas que la gente guiara hasta estos sitios. Por algún motivo estos sitios llaman a la gente desde hace mucho. La cuesta pasó deser un granto andar por el bosque húmedo a una complicada escaladaen barro enmedio de la lluvia. Antes de que se largara definitifamente a llover alcancé a hacer algunas tomas conal filmadora, en ellas se ven nubes acercarse. Mientras filmaba pensé "que bueno, esta cámara como ha resistido, ojalá siga asi", y la guardé. El barro poco a poco fuñe deshaciendo las sandalias que tercamente llevaba desde el norte argentino hasta que finalmente las rompió. Tanto barro y tan poco calzado ocasionaron muchas resbaladas, muchos golpes, la mayoría de ellos recibidos por mi trasero, mi espalda y la mochila. Fué mas práctico seguir descalzo, y tal como me lo imaginé llegué descalzo al sitio, Cuando quise exponer mis propositos allí, saqué la tierra y me di cuenta que entre los golpes se había ido la cámara. Nuevamente a caballo, taxi de monte, fuí a buscar si encontrar nada.

Acéptando la pérdida fuí a visitar a Homero Bardales, un guerdián del sitio el cual me habñia recomendao visitar mi compañera de viaje Cajamarca- El TIngo. Le conté la situación, también la intención de la tierra. Ya no filmaríamos, mas importante que eso es hacer el intercambio de tiuerras. Con mucho agrado él y su esposa Aurora recibieron la tierra. Enel momento delintercambio Homero mencionó que esto lo hacían ´los antiguos´ y dijo que era un buen lugarya que estaba junto a un antiguo anden de siembra, señaló una pirca justo a mi lado.

Los que me alquilaron el caballo me invitaron a dormir, me alimentaron y me despacharon de vuelta alTingo, después de pedirme los datos por si ´aparece algo´ nos despedimos, asi terminó Perú.