Al preguntarle a Luis, en Puyhuan,cual sería el prócimo punto, el recomendó ir a Bosque de Piedras en Puyhuan. Sin dudarlo emprendí camino hacia allá. El bosque resultó estar en la zona que dice el itinerario, al lado de la Reserva nacional Junin, del lado de Pasco. El auto nos dejó en Canchacucho, distrito de Huaillay donde hay una de las entradas al bosque de piedras mas extenso del mundo. En esta entrada hay un puesto de informacion turistica con una especie de altillo. Alli llegue a preguntar por el lugar, me atendió Maruja, le conté del propósito e inmediatamente aceptó, me dijo que era alcaldesa de Canchacucho y que le encanta la naturaleza, de paso me dijo que me podía quedar en el altillo de la caseta de información, perfecto. En la noche me contó que allí hay uno de 7 circulos de sanación que hay en el mundo, quedamos en hacer el intercambio allí al dia siguiente, le comenté sobre la dualidad, si podía conseguir un varón que la acompañase, dijo que iba a ver.
Pituras rupestres en el bosque
Estaba dudando si quedarme otro dia ya que el lugar se veía maravilloso y todavía no había ingresado, había tenido que hacer algunos tramites en la ciudad (Cerro de Pasco) y aproveché para meterme en la termales (que quedan al lado de una falla geológica). Esa noche tuve el sueño lúcido mas largo que jamas he tenido, parecia que lo que decían Luis y Maruja sobre la energía de ese sitio era verdad. Lo mas notable del sueño era un gran tigre que se me acercaba lo que desembocaba en que me volviera serpiente, el sueño ha quedado latiendo hasta ahora.
son mas grandes de lo que parecen
Al dia siguiente llego Maruja temprano a decirme que no se había acordado que tenía una reunión, que si podíamos hacerlo al mediodía, yo había planeado irme a recorrer el bosque después de hacer el intercambio temprano, asi que le propuse hacer el intercambio al atardecer, cuando la energía se concentra y de paso me iba durante al di a recorrer el parque. Asi fué, recorrí, y recorrí, andube. El lugar habló, tiene unas rocas poderosas. La cuestión es que creía estar ubicado todo el tiempo, pero no, cuando llegué al lugar donde creía que estaba cerca, una hora antes de la cita que tenía con maruja, pregunté y estaba al lado opuesto del parque de mas de 6800 hectáreas.
La persona a la que le pregunté tenia caballos (y unos perros con carácter diabólico que alcanzaron a morderme) le pedí que me alquilara uno, despues de pedir pedir y negociar me llevaron, en el caminó apareció entre la lluvia el arcoiris mas intenso que haya visto antes, pude darme cuenta por mi mismo que no hay como pasar debajo de un arcoiris, siempre se va mas atrás. En esta cabalgata corrimos, Zorra, la yegua que me llevó, escucho mis pedidos de colaboración con el prorósito de las tierras y fué bastante corredora. Logré llegar a la cita 45 minutos tarde, ya empezaba a caer el sol, temía que Maruja quisiera hacerlo al día siguiente ya que eso retrasaría la salida al próximo lugar. Al encontrarnos noté que estaba sola, asi qe yo haría la parte dual, empezamos a ir hacia el lugar y el sol empezó a caer, al igual que el agua, llovia sobre mojado, sobre mi ropa mojada. Llegamos al lugar con el afelio, las luces del atardecer, que fueron mínimas por la lluvia, a partir de ahí la cámara no registraba nada, por eso no hay fotos del intercambio. Al sacara la calabaza de la tierra noté que había una gran fractura, obviamente causada por la corrida en el caballo, realizamos el intercambio con cierta prisa, llegaba la noche, estabamos en el monte, llovía... luego me di cuenta que el de la prisa era yo porque Maruja conocía perfectamente el camino, incluso a oscuras, y estaba acostumbrada a la lluvia.
Huayllai 27/03/10 (Sitio del intercambio
casi de noche)
Cuando guerdé las cosas noté que también había perdido un objeto muy importante durante la cabalgata. Al terminar nos paramos en el círculo de sanación, lamenté no haber estado mas tranquilo y menos cansado. En la caminata de vuelta me di cuenta que me había equivocado, no había escuchado la hora que ella proponía, como siempre habiamos hecho. Lo curioso es que antes de entrar a bosque le "pedí permiso" a la vez que le pedía que tomara aquello que me sobrara y me diera lo que me podría faltar. Pero si lamenté la rotura de la calabaza, aunquye actualmente ya esta solucionado.
Maruja
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